Un pedido

Un pedido es un encargo que se hace. Un pedido es la expresión de un deseo que querés que se cumpla. Un pedido es un gesto que puede tener mucho de amor, alegría y buenas intenciones. Un pedido es aquello que vos me hiciste a mi, y que yo -con todo el amor del mundo- cumplo porque así lo quiero.

Aquí dejo un texto que me dedicaron porque fue inspirado en mi (por así decirlo).

A paso lento

Diez de la mañana. El sol penetra los ropajes y entibia en andar. Si pudieras irías salticando, el aire primaveral te inunda de alegría. El alma se te llena de buenos recuerdos alimentándose de picaras anécdotas.
De pronto tienes miles de interesantes proyectos como ir a tomar un helado más tarde o sentarte bajo un árbol a leer ese libro que tienes abandonado.
No te importa si no alcanzas el colectivo pero no perderás ese momento de inexplicable placer que te provoca caminar a paso lento, muy lento. Te obligas a darte ese tiempo para dejar fluir todo eso que sientes por tus venas.
Tienes los sentidos alerta, quieres captar todo lo bello de esa mañana. Agudizas el oído para descubrir al tímido zorzal que entona delicadas melodías, cierras los ojos para disfrutar intensamente del aroma de un jazmín del país lejano.
-¡Ay!- resultó mala idea ponerse ojotas y caminar papando moscas con los ojos entre cerrados. La maldita piedra que te lastimó el dedo gordo, lo cual te torturará por varios días sin poder usar zapatillas, no te arruinará esa ceremonia pacífica de camino a la parada del colectivo.
El murmullo de las hojas te acompaña cómplice. Sonríes tontamente de estar viviendo ese momento que nadie te quita. No sabes bien qué pero te pone feliz; es el clima veraniego te transporta a donde quieres estar.
-Idiota correte- una voz fastidiada te arranca del sopor imaginativo. Tu percepción tarda en amoldarse al acontecimiento. Un hombre en un auto había tenido que frenar y tocarte bocina insistentemente para que te corrieras del medio de la calle.
El viaje por los pensamientos te había llevado poco a poco a la mitad de camino. Casi mueres atropellada pero ríes placidamente de continuar tu travesía. Cabecita de novia dirían algunos, el aire de verano piensas tú.
Para los demás puede parecer una idiotez. Pero para ella el mundo se transforma cuando llegan los días cálidos, con altas temperaturas, con suaves brisas, con flores y follajes verdes.
Se traslada a zonas de su mente desconocidas para los que la rodean pero que la sumergen en un mar de júbilo. Para ella es volar, irse lejos, cielos mirar.
Cuando los rayos de sol calientan tu cara sientes tu cuerpo vibrar, tus palpitaciones se aceleran y te estremeces. Emanas destellos brillantes por tus poros, tu buena onda contagia a los que se te acercan.
Cantas para tus adentros y a veces no tan para adentro canciones tontas, esas bien comerciales que pasan todo el tiempo por la radio, hasta te animás a tararear ese tema que ya no soportas.
Boludeces como estas no se viven todos los días. Sólo lo puede entender aquel que lo vive, mejor dicho aquel que lo siente. Es una cuestión que te reservas para ti, que no compartes con nadie; es tu secreto.
Así como amas caminar en una mañana soleada y eres feliz; sos de las que odia los días grises ya que para ti no tienen personalidad; no tienen ni sol ni tormenta. En cambio, los días de lluvia aunque tampoco te gustan le tienes respeto y te agradan cuando te acompañan durante la siesta.
No cualquier boludo filosofa sobre el clima. No cualquier boludo maneja sus estados de ánimo a la par del tiempo. No cualquier boludo pierde el colectivo por caminar despacio.
Pero como dice esa poesía que sólo un tonto se pone a correr cuando la lluvia besa sus pies; solo un idiota apura sus pasos cuando el aire cálido, el cantar de los pájaros y el aroma de las flores acompañan sus pensamientos.

Julieta Santacroce.

(sí, Julieta - ella, mi amiga ~)