Gisela sabe todo eso, pero recién hoy. Hace tres años atrás, ella no comprendía que muchas situaciones de la vida pueden ser comparadas con procesos. Hace tres años, ella se preocupaba por sus problemas y se encerraba en ellos. Por eso, le pasó lo que le pasó. ¿Algo muy importante? ¿Algo grave? Eso queda a criterio del lector, pero sólo les digo que para ella no fue algo más en su vida.
Agitación, temblor, respiración entrecortada y profunda. Gisela está tendida en la cama, con la cara tan pálida que parece que hubiese visto un fantasma. Llora descontroladamente, como si sus lágrimas le fueran a lavar sus pensamientos. Su mente es un torbellino vertiginoso de imágenes tristes. Su cara, al mismo tiempo, está roja por el llano. Su piel está asustada porque siente que un ejército de hormigas la está recorriendo al trote. Un cuadro poco agradable, para quién lo mira desde afuera.
Pero… ¿qué le pasó? ¿por qué está así? En realidad la situación fue desencadenada durante la cena. Ella estaba comiendo con su familia, cuando de pronto tuvo una sensación rara. Algo había en el medio de su garganta que no le permitía tragar. Por más esfuerzos que hiciera, no podía. Se puso nerviosa, y así comenzó toda esta escena tragicómica.
¿Qué pasa Gisela? ¿Qué sentís? Gisela lloraba y no respondía. Ellos, en realidad, no sabían que ella había perdido a una gran amiga suya; y que en ese momento, sabía que nunca más la volvería a ver. Solamente estaba psicosomatizando lo que sentía. Pero Gisela no sabía, que no era cuestión de angustiarse sino de sobrellevar el proceso.

2 comentarios:
Que fuerte esto que te pasó... espero que cada día estés un poco mejor :) un beso
Sea realidad o ficción, me llegó mucho Gise. EL clima que creaste, el preámbulo que hictse y que tuvo que ver con el cierre, ciertamente muy bueno.
Vos tendrías que seguir periodismo, no planificación.. jajaja No era un chiste!
Bueno, nos vemos, un beso.
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