Y desnudarnos fue el comienzo, para el verdadero final.
Ese final que no conoce de "y vivieron felices" ni mucho menos de perdices. Porque hizo falta sacarse las vestiduras del alma para poder explicar y entender lo que pasaba. Fue necesario acorazar al corazon para que diga la verdad, y sujetar fuertemente los oídos para que no se cierren ante tanta sinceridad. Fue indispensable un tubo de oxígeno para poder respirar y hablar con soltura. Y por sobre todo, fue imprescindible que los dos quisiéramos y aceptáramos.
Querer y aceptar fue la clave que hoy nos permitió ser, sin obstáculo alguno. Viva la desnudez. Adiós, el fin del final no feliz.
2 comentarios:
Sos distinta a todo robles! Que lindo tenerte conmigo ! Mil besos
Y desnudarnos fue el comienzo, para el verdadero final. Genial!
Tiene mucho de vos, creo que no lo podría haber escrito nadie más que vos. La piel, los curpos, imágenes escritas... me gusta.
Un beso Gi =)
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