miércoles, 24 de junio de 2009

La argentinidad al palo

Recomendación del día:

Leer Aguafuertes porteñas de Roberto Arlt.
Calificación: 4 estrellas

- Estos textos que con tanto ingenio ha escrito hace más de 70 años, el escritor argentino, nos han inspirado a Julia y a mí a escribir el siguiente texto. Espero que les guste. (Ahí va el texto)

Hay veces en que, de manera inaudita, uno encuentra un billete en la calle. ¡Que alegría te genera encontrar ese trozo de papel, tan sobrevalorado en los tiempos que corren!
Esta situación no se produce todos los días. Tampoco se sabe cómo se llegó a ese cuadro. Pero lo que sí se sabe, es que cada vez que se produce este episodio en la ciudad, se pueden encontrar diferentes tipos de personas que interactúan, por así decirlo, con el billete.
Si tuviéramos la oportunidad de ser invisibles por un día y poder observar cómo sobrevive un billete de 50 pesos perdidos en el medio de una vereda, nos toparíamos de seguro con aquel que, por miedo al qué dirán, sólo mira de reojo el billete.
Esos individuos, preocupados por el pensamiento de los demás que ni siquiera conocen, se pierden quizás de algún jugoso gustito. ¿Desde cuándo un argentino se pierde la oportunidad de tener 50 pesitos en el bolsillo?, de seguro ese no es argentino.
¡Que estúpido!, piensa uno que viene atrás. Había estado mirando al otro personaje, rogando que no lo agarrara. Este seguro que es argentino. Mientras se va acercando al billete, el individuo mira para todos lados. Se da vuelta en si mismo como un perro que quiere atrapar su cola, buscando talvez a algún policía, detective o, por qué no, una cámara escondida para una posible joda televisiva.
Pero no. Es su día de suerte. Sale sano y salvo de la situación… Y, (para seguir con la comparación) como perro con la cola entre las patas, sale caminando a paso acelerado y con una mirada que escruta los alrededores, buscando algún posible delator. Me corrijo, este no es argentino, talvez apenas se acerque a uno.
No crea que esto terminó aquí. También está el caso de un pseudo argentino, que con su mejor cara de "yo no fui" hace que se va a atar los cordones. Ésta es la mejor excusa que se le ha ocurrido para acercarse lo más posible al billete y comprobar que su mirada no le miente. No resulta demasiado obvio y tampoco se preocupa en si alguien lo ve.
Pero para llegar al último personaje, he aquí al que no le interesa aparentar. Aquel que no le importa si es una cámara oculta, una trampa, si lo están vigilando o el qué dirán. Así aparece en escena el personaje argento.
Caminando tranquilo y aunque prestando poca atención, no puede pasar por alto el billetito color violeta. Se frena de golpe, como si alguien hubiese tirado de una soga, atada a su cintura, hacia atrás. Vuelve a mirar el billete, se agacha y lo toma. Nuevamente lo observa en el aire y una sonrisa se pinta en su rostro.
Y en una circunstancia que no dura más de cinco segundos, se lo guarda en el bolsillo y sale caminando, tan tranquilo o más que antes, manteniendo la cara de felicidad. He aquí señores, al verdadero argentino, al hombre que lleva en sus genes la soberbia y el descaro. He aquí señores al verdadero dueño que el billete estaba buscando.

7 comentarios:

Coautora dijo...

Ah, que hermoso nos quedó ! (?) Ya te lo agradecí muchas veces y, cuando tengas el texto de op, lo voy a leer y te voy a recompensar jajaja.
Te amo especial. Este primer cuatrimestre fue lo más de lo más, por otro cuatrimestre así (L)

Gisela Robles dijo...

Coautora de mi corazon, mi mini-special. teamo mas y cuando termine el texto de kautsky te voy a molestar hasta que lo leas, jajaj.

Sofia dijo...

Fui a bailar y me pasé un poquito, no se si es que alguien me contagió o fue porque no llevaba nada en el cuello pero estuve dos semanas enferma. No era gripe, era algo en la garganta, con fiebre. Me cambiaron el medicamento dos veces las medicas a domicilio pensando que eran anginas, primero uno suave y dsp uno más fuerte, pero nada. Un día me levante con 39.5, ahi me llevaron al sanatorio y me hicieron estudios, tenia los globulos blancos muy altos (23 de 7 millones que tenia q tener). Me dieron otras pastillas y si no mejoraba me iban a sacar una muestra de la amigdala. (estaba re asustada, porque me pusieron con suero)

Por suerte mejore y desde ese dia no me levanto más fiebre ni me dolio la garganta. Pero como que me "pacté" a mi misma no ir a bailar hasta que se calme esto del invierno, el frio y las enfermedades. Tengo muuuchas ganas de salir, peor mejor prevenir que lamentar.

CINTHYA dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
CINTHYA dijo...

¿Será que los billetes perdidos son como los pupitres? ¿Siempre hay un dueño para cada billete? No sé. Las felicito por este retrato de argentinidad, que más de una vez no nos deja fuera de la historia. La viveza tiene dueño y en este caso es Argentina. Por lo menos somos dueño de algo, aunque esta propiedad no tenga su mejor valor. En los tiempos que corren -como bien mencionaron- haber sido víctimas de las privatizaciones nos ha sacado del bolsillo hasta la lástima, dejándonos este miserable vuelto que es: la viveza.

Las quiero, de corazón:


Cinthya F.

nati q dijo...

Julia y vos escribieron eso? jaja pensé que era tu cuento de textos.
te amo amiga =)

Julia dijo...

Jaja fue su idea original Nati, pero me la pasó a mí :)y lo escribimos juntas para mi trabajo :P. Más chanta yo, imposible