martes, 9 de marzo de 2010

Monólogo con uno mismo

A veces parece que es mejor hablar con uno mismo. Te cuesta expresar lo que pensás y/o sentís a un tercero. Palabras, gestos, gesticulaciones no vastan para decirlo (insuficiente).
Por eso mismo, esas ideas que viajan por tu cabeza son el mero reflejo de una lluvia de meteoritos. Son bolas candentes (miles de milésimas) que se desplazan a una alta velocidad, y queman todo a su paso (mi cabeza está quemada).
Por eso mi mente se va asemejando a la superficie lunar. Llena de pozos y cráteres, en una tierra infertil, lunar (quizás algunos piensen que estoy en la luna).
Pero lo que sucede es que no puedo parar. Las revoluciones cada vez aumentan más, y deseo frenar (pero es imposible). Y es ahí cuando quiero que la música calle mis pensamientos.
Me pongo lo auriculares. Prendo el MP3, y elijo "esa" carpeta de reproducción. Subo el volumen al máximo y pongo play... Que la música me invada como un mar de agua y apague el fuego cerebral.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Noto como un abuso en los paréntesis. ¿Por qué será?









-Tolosa-

Anónimo dijo...

Tolosa es un tierno.


Patalia

Anónimo dijo...

La Banda lectora tiene "sed de verdades" ...