miércoles, 1 de septiembre de 2010

Alegría a mi corazón (Y dale...)

Morirse de risa ¿será posible eso? ¿cuánta risa hará falta? ¿cuánta energía se debe perder? Reír. Reír con ganas y con fuerza. Con un temblor que mueva cada capilar de tu cuerpo. De pies a cabeza. Con un crepitar que movilice cada músculo vital. Reír con ganas. Reír con fuerzas.
Reír, y si es necesario, llorar. Soltar las lágrimas como producto de la vibración. Emocionarse y disfrutar hasta sentir la plenitud misma sobre tu pecho, como una presión reconfortante en el medio de todo tu ser. Que la risa te movilice. Que se mueva al son de la alegría.
Liberate y gritá si es necesario. Que sea una risa ruidosa y alegre. Ruidosa, alegre y contagiosa. Y que tus ojos brillen queriendo decir lo que la risa no puede transmitir en palabras.
Sentite libre. Vivila. Sentí.


Morir de risa es el paroxismo de felicidad alcanzado por uno, en ESOS momentos. Morí de risa. Es necesario.


4 comentarios:

Julieta dijo...

Sólo una cosa te voy a decir:
JAJAJAJAJA
Sos lo más gigiwoman poética:)
Al final dige algo más, no puedo con mi verborragia

Cinthya dijo...

Reiiiiiiiiiii hasta que duelaaaaaaaaaaaaaaaaaa ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.

Nati dijo...

Es posible creo que sí, es tan lindo cuando la panza se te estruja y sentis un poquito de dolor, como que vas a perder el aire que te queda entre las carcajadas, es tan placentera la risa...

Uno de los placeres que más disfruto de la vida

¡que nunca nos roben las risas!
te quiero gigi (LL)

Anónimo dijo...

TE AMO POTRI !