Una sonrisa se me escapa y la Mari parece entender su significado. La Mari baila para mí, y mis ojos soñadores y asombrados no pueden no observarla. Una nueva sonrisa se escurre de mis labios, y es ella quien la provoca.
Se ha establecido una especie de conexión inquebrantable entre las dos. Ahora es ella quien me mira mirarla, quien me mira bailarle. Quiero alcanzarla. Quiero tocarla. Quiero alcanzar la magia que habita en sus alas.
2 comentarios:
Mari felicidad ? mmm, mi felicidad es Meri !
Tolosa reclama el nuevo texto prometido !
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